No es conveniente dudar de dos
situaciones: la primera es que la imponente región amazónica sea tan grande en
su extensión y la segunda que el hombre
en su afán de conocerla toda, haya encontrado una de las mejores formas para sectorizarla
en función de sus potencialidades aprovechables para beneficio de la sociedad.
Afortunadamente, el pensamiento
más allá de la vida instantánea, ha motivado a estados, organizaciones,
instituciones y lo más importante, grupos de personas voluntarias, para que el
área que forma parte de la gran cuenca amazónica peruana sea dividida y
considerada como lugares sensibles y de los cuales su conservación es algo que
no se puede dejar de lado. Tras la
exposición del ministerio del ambiente se evidenció en primera instancia, cual
es la importancia de las áreas de conservación regional (ACR), siendo estas las
que permiten mantener las diferentes actividades y usos en las reservas
naturales existentes.
Fig. 1 Biodiversidad de la Región Amazónica
Sin embargo dentro de esa
sectorización, surge también la conservación de aquellos grupos humanos que
habitan dentro de la cuenca amazónica, quienes por su origen, viven y dependen
de la naturaleza propiamente, siendo tras años los guardianes y protectores de eso
que sus antepasados conocían como la “pachamama”. Tras la dirección del Ministerio del Ambiente
y la organización con estos grupos humanos, se ha llegado a un punto de cooperación
mutuo mediante el cual ambos protegen la biodiversidad del lugar a la vez que se
intercambian recursos y conocimiento, lo cual es destacable y significativo
puesto que constituye una organización importante dentro del cuidado de las
áreas sensibles.
Quistococha, es uno de los
mejores lugares turísticos en los que uno puede adentrarse con la
naturaleza. Muchas especies le dan
la bienvenida al visitante que llega
asombrado a conocer las especies nativas de la selva amazónica y tras un
recorrido en el que atraviesa observando monos, pumas, roedores, águilas, búhos,
anacondas, plantas medicinales y
curativas llega finalmente a cargarse de energía con el último árbol de
caoba del sector. Esta visita al centro
turístico no se pude dejar de realizar, ya que sus entornos enseñan, relajan y motivan a volver por más de
la selva amazónica.
Fig. 2 Visita al Centro Turístico de Quistococha
Ahora bien, la preservación de la
cuenca amazónica es una realidad latente, por lo que el levantamiento completo de la información geográfica ha sido
un gran proyecto desde el año 2.011, buscando así disponer de datos suficientes
sobre la región para a través de un sistema de toma de decisiones, planificar
el desarrollo de la misma. Al conocer
precisamente cuáles son las áreas aprovechables con sus respectivos límites, se
empieza a pensar en los diferentes usos que puede tener el suelo, para fines
como agricultura, recreación, conservación, áreas sensibles, asentamientos
humanos, entre muchos más y que por tanto tendrá como finalidad asegurar el
futuro de las personas mediante un desarrollo planificado.
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